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¿Es posible un suministro de energía respetuoso con el clima gracias al amoníaco?

Implementar la transición energética o el gran desafío para todos los sectores de la industria que utilizan grandes cantidades de combustibles fósiles como, por ejemplo, el transporte o la industria de producción. Hoy en día, las necesidades energéticas de estos sectores se satisfacen principalmente con combustibles fósiles, que deben sustituirse por electricidad regenerativa o combustibles regenerativos. Por estos motivos, la feria Hannover Messe, que tendrá lugar entre los días 17 a 22 de abril en esta ciudad alemana tiene previsto debatir sobre ello.

Ventajas del amoníaco sobre el hidrógeno

A día de hoy, el amoníaco se ha conocido principalmente como material de origen para fertilizantes agrícolas. Por otro lado, también es un portador de energía de alta calidad, particularmente como medio de almacenamiento de hidrógeno. "Debido a que el amoníaco se puede licuar a una temperatura moderada de -33 ° C, y que su contenido de hidrógeno volumétrico es significativamente mayor que el del hidrógeno comprimido a 700 bar, resulta óptimo para lo que se pretende. Y es que, en comparación con el hidrógeno, el amoníaco licuado facilita el transporte de grandes volúmenes a donde sea necesario. Debido a que el hidrógeno producido a partir de amoníaco no contiene óxidos de carbono ni metano, a su vez, se encuentra libre de gases de efecto invernadero", argumenta el Dr. Gunther Kolb, Jefe de la división de Energía y Subdirector del instituto Fraunhofer IMM.

Gas craqueado verde como gas combustible en la producción de ladrillos

La conversión de hidrógeno en amoníaco es una opción viable para ser usado como fuente de energía tanto in situ para procesos industriales a gran escala como de forma descentralizada en el sector logístico. Pero el amoníaco no es muy adecuado para generar energía a través de la combustión, porque es prácticamente incombustible en el aire.

Amoníaco como gran fuente de hidrógeno para unidades de pila de combustible

El amoníaco, por otro lado, se puede utilizar para suministrar hidrógeno a vehículos terrestres. Se puede convertir, a su vez, en hidrógeno directamente en la estación de servicio, usando plantas descentralizadas. Todo ello elimina la necesidad de transportar hidrógeno comprimido y licuado, un proceso costoso y complejo. Con este fin, Fraunhofer IMM está desarrollando un reactor de craqueo basado en tecnología innovadora de catalizadores y tecnología de reactor microestructurado.

"Al utilizar el gas residual de la adsorción por oscilación de presión (PSA aplicado para la purificación de hidrógeno) como fuente de energía para el proceso de craqueo, ya podemos lograr una eficiencia del 90 por ciento en comparación con el 70 por ciento que se logra cuando se aplican tecnologías convencionales”, explica Kolb.

El rol del amoníaco en la propulsión marítima

Además de suministrar hidrógeno a los vehículos terrestres, el amoníaco también resulta de interés para los sistemas de propulsión marítima porque en este sector no ha sido posible alcanzar los objetivos de reducción de CO2 usando combustibles convencionales. Como consecuencia, existen numerosas aplicaciones donde el hidrógeno comprimido o licuado no se puede utilizar como alternativa.