La nueva ley de protección de datos traerá mayor poder al usuario y un mercado más transparente

Generalmente, los internautas no se sienten seguros al registrar sus datos personales en webs o redes sociales. Y es que podemos nombrar algunos ejemplos que no ayudan a evitarlo, como el caso de Facebook, al que la consultora Cambridge Analytica robó información de 270.000 personas a través de una encuesta en la red supuestamente con objetivos académicos para después conseguir los perfiles de personalidad de más de 50 millones de personas para usarlos en la campaña de Donald Trump. En otra ocasión, Uber también reconoció hace un par de años que se produjo la filtración de información de cerca de 57 millones de clientes de su plataforma.

Así, la protección de datos se ha convertido en un asunto de estado en cualquier país y para proteger la privacidad del usuario, el 25 de mayo entrará en vigor el denominado Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que viene a sustituir a la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD).

De este modo, internet va a cambiar porque se modificarán las condiciones de servicio entre el usuario y la compañía, lo que afectará de forma esencial a las condiciones de uso, privacidad y política de cookies.

Cuando entre en vigor, el consumidor estará más respaldado gracias al nuevo reglamento. Su principal arma es la introducción del derecho al olvido, que confiere la potestad de solicitar que los datos personales sean suprimidos cuando ya no sean necesarios para la finalidad con la que fueron recogidos, se retire el consentimiento o hayan sido recogidos de ilícitamente.

A esta jurisprudencia, hay que añadirle el derecho a la portabilidad, acceso, rectificación, supresión, limitación del tratamiento y oposición. En definitiva, herramientas que mejorarán la capacidad de decisión y control de los internautas sobre los datos personales que dan a terceros.   

A partir de finales de mayo, las compañías dejarán de tener impunidad absoluta frente al uso de los datos de sus clientes o usuarios, tendrán que ser más cuidadosos con el tratamiento de los mismos, más transparentes de lo que han sido hasta la fecha y tendrán la obligación de ceder ante los derechos adquiridos de los usuarios.

Con este nuevo escenario, las empresas necesitarán una infraestructura tecnológica que refuerce la seguridad de los datos para dotar de mayor libertad al usuario.

Miguel Almeida, CEO de ysi…, afirmaba que “aunque la actual Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) y la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico (LSSI) vigentes en España ya tienen en mente la protección de todos nosotros como usuarios e instan que a las empresas protejan sus infraestructuras contra ataques y hackeos, las sanciones implícitas con el nuevo Reglamento llevan a la necesidad de aumentar la vigilancia para evitar la alteración de esa seguridad. Estas soluciones van a ser un requisito indispensable también para las PYMES”.

Igualmente, para el empresario “también es fundamental llevar a cabo procesos internos de ciberseguridad que garanticen, en la medida de lo posible, que nuestros datos estén seguros dentro de los sistemas informáticos de las compañías. Esto ayudará a dificultar el ‘trabajo’ de aquellas empresas cuya filosofía se basa en el pirateo de los datos en internet, sin preocuparse por los intereses de los usuarios. Aplaudimos todas las medidas que ayuden a los ciudadanos a moverse libremente por la Red”.