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La tasa de absorción de los fondos europeos o el factor clave para la digitalización de la sanidad

Publicado 09 Sep 2022
ASLAN FONDOS NEXT GENERATION

El impulso de la transformación digital en el sector sanitario va a estar, sin duda, condicionado por la capacidad de ejecutar las ayudas europeas al ritmo adecuado. Además, tendrá que afrontar retos como la interoperabilidad, la experiencia de usuario o también la ciberseguridad.

Éstas son algunas premisas arrojadas desde el informe “Transformación de la Sanidad: innovación digital y fondos europeos” que ha pedido la Asociación @aslan, que agrupa a la industria de la innovación digital y la ciberseguridad en España, para conocer en detalle los retos, tecnologías y opciones de financiación que dispone este sector ante su digitalización.

Cifras de vértigo


El Sistema Nacional de Salud dispone actualmente de más de 3.000 centros de salud. También cuenta con unos 10.000 consultorios de atención primaria y más de 460 hospitales (propios o concertados) en los que están trabajando casi 667.000 profesionales. Con todos estos datos, que reflejan las múltiples áreas y agentes implicados, la digitalización del sector sanitario es, sin lugar a dudas, una tarea compleja y extensa.

Además, se trata de un sector bien situado en el ranking de digitalización europeo, aunque la sanidad se encuentra todavía lejos de haber conseguido el máximo beneficio de la tecnología.

La tasa de absorción de los Fondos Next Generation o un factor importante

El informe, por otro lado, señala que en el pasado las inversiones ni han sido suficientes, ni se han ejecutado a un ritmo totalmente adecuado. Es decir, podemos afirmar a modo de ejemplo que “el despliegue de la receta electrónica no se hizo hasta el año 2018. Además, el de la historia clínica digital fue en 2019. En esta línea, la historia clínica digital no es un proyecto a nivel nacional. De hecho, se trata de la suma de todos los territorios, no siendo fácilmente accesible a cualquier ciudadano”. Por otra parte, “sin un nivel de financiación importante y continuado, resultará totalmente imposible abordar la digitalización de la sanidad”.

El interesante papel de los fondos Next Generation EU

Con el objetivo de revertir esta tendencia, los fondos Next Generation EU, en definitiva, un presupuesto adicional al del MFP (Marco Financiero Plurianual) 2021-2027, y 6 veces mayor que los FEDER, permitirán abordar un volumen sin precedente alguno de inversiones en los años venideros. Las CCAA recibirán, concretamente, 348,6 M euros para poder afrontar la transformación digital de la sanidad entre 2021 y 2023.

De todos modos, llama la atención, y mucho, la reducida tasa de absorción de España en comparación a la ejecución de fondos europeos. En concreto, y tomando como referencia los fondos FEDER a lo largo de los diferentes MFP ya cerrados, podemos darnos cuenta de que, en España, en 2006 se dejaron de invertir hasta el 7% de las ayudas. Y en 2013 entre el 8% y el 9%. En el MFP actual (2014-2020), la tasa de absorción de España actualizada a mayo de este año se encuentra en torno a un 40%, un porcentaje muy bajo. De todos modos, el cierre del período de ejecución de este MFP será cuando finalice 2023.

La ejecución de todas las ayudas no es sinónimo de un problema de falta de fondos o de disponibilidad de tecnología. El informe apunta a 3 factores limitantes: la burocracia, la falta de medios humanos para ejecutar los presupuestos disponibles y, algunas veces, la falta de recursos de los organismos beneficiarios para lograr aportar la cofinanciación.

Diferentes retos de la sanidad digital

Mucho más allá del reto de aprovechar las ayudas, existen otros desafíos relacionados directamente con la innovación tecnológica. Sin ir más lejos, podemos hablar de la experiencia de usuario, la interoperabilidad, la gestión del dato y la asistencia remota.

Actuaciones en los campos clave

Además, en el caso de los usuarios, el informe señala que deberíamos actuar sobre el conjunto de factores y elementos relativos a la interacción del usuario con el entorno sanitario. En otras palabras, sobre la personalización de la atención, la diversidad de los canales de comunicación, así como sobre las formas de mejorar la fiabilidad y disponibilidad en tiempo real de la información.

En segundo lugar, la descentralización de competencias en materia de sanidad es capaz de crear problemas para la utilización integrada de los datos de salud. La tecnología facilita modelos mucho más predictivos que van a repercutir en la calidad asistencial. A raíz de esto, por su naturaleza y también por su contenido, deberíamos añadir la dificultad que supone implementar las medidas necesarias que debemos tomar respecto a la confidencialidad, la protección y también la seguridad de los datos.

Y para poder facilitar la movilidad de los usuarios y garantizar la equidad, así como la calidad en la prestación de los servicios en un entorno descentralizado como es el sanitario, un factor clave recae en la interoperabilidad de los sistemas.

Por último, hoy en día existen múltiples aplicaciones relacionadas con la asistencia remota como, por ejemplo, consultas virtuales, telemonitorización o seguimiento de crónicos. En este sentido, es importante cerrar la ‘brecha digital’ y brindar los medios adecuados, especialmente a los mayores, para acceder al sistema sanitario.

Tecnologías disruptivas y también transversales

En lo referente a las tecnologías disruptivas, citar que el uso del Big data para ayudar al diagnóstico, análisis de historias clínicas o personalización de tratamientos resulta clave. También la IA para el tratamiento de crónicos y la reducción de tiempos entre pruebas y diagnósticos. Además, citar la importancia de la Realidad Virtual y Aumentada para la formación de profesionales, sin ir más lejos, en intervenciones quirúrgicas o en la UCI.

Desde un punto de vista transversal, recordar la mención especial a la ciberseguridad. Y es que según datos del Centro Criptológico Nacional (CCN), el número de incidentes detectados en el sistema público de salud español en 2021 y los primeros meses de este año asciende a 3.393 ataques. En definitiva, como consecuencia del gran volumen de información personal, financiera, clínica y de investigación que maneja el sector. También debido al uso de tecnología legacy con redes poco o, incluso, mal gestionadas.

Por otra parte, resultan importantes las infraestructuras HPC para la investigación sanitaria. También para el desarrollo de algoritmos o modelos matemáticos con los que extraer el máximo conocimiento, para poderlo aplicar posteriormente a la resolución de problemas. Otras tecnologías fundamentales en la digitalización son el almacenamiento, el procesamiento y análisis de los datos, así como las comunicaciones. El SNS (Sistema Nacional de Salud), de hecho, genera una enorme cantidad de datos al año derivados de su volumen de actividad: 234 millones de consultas médicas en atención primaria o 83 millones de consultas hospitalarias.

A modo de conclusión


El informe concluye que para una correcta digitalización de la sanidad con capacidad de evolución resulta imprescindible una estrategia con visión holística y de largo plazo, la cual se base en una labor previa de definición del modelo a nivel estratégico y, también, en el rediseño de los procesos y herramientas a nivel organizativo y operativo.
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