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¿Cómo impulsar espacios de trabajo más saludables en la oficina y en casa?

Ya en febrero, llega la oportunidad perfecta para garantizar que todos los trabajadores de una organización dispongan de un espacio de trabajo adecuado y especialmente saludable. Por eso Dynabook, fabricante japonés con más de 3 décadas de experiencia, enumera algunas de las claves necesarias para lograr un espacio óptimo y ordenado, donde se pueda llevar a cabo la actividad laboral de forma funcional y eficiente.

Y es que cada vez hay un mayor número de oficinas convertidas en espacios colaborativos, donde se ha pasado de puestos de trabajo fijos a entornos totalmente abiertos, creados para desplazarse unos pocos días, o también, únicamente unas pocas horas semanales. Además, cada vez más hogares disponen de un espacio dedicado al trabajo a distancia.

La importancia de la ergonomía y los hábitos saludables

Esta transición, como a menudo ocurre, no ha estado exenta de inconvenientes. Muchas oficinas no estaban preparadas para el trabajo híbrido. Además, actualmente es importante comprender que todas estas necesidades cotidianas de trabajo híbrido no solo deben promover la colaboración eficaz y la productividad. También deberían ser cómodas, ergonómicas y saludables.

Las desventajas de un espacio de trabajo inadecuado

El trabajo híbrido queda fuera de la normativa vigente referente a la salud laboral en muchos países. Un reciente estudio realizado conjuntamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya advirtió acerca de la necesidad de tener que proteger la salud de los que trabajan a distancia, ya sea de forma parcial o permanentemente.

Los principales riesgos del método de trabajo actual

- Problemas de salud física consecuencia de un uso prolongado del ordenador prolongado.

Por ejemplo, dolores de espalda, lesiones musculoesqueléticas, pero también lesiones por esfuerzo repetitivo y fatiga visual.

- Problemas de salud mental.

Especialmente derivados del aislamiento social, de la incapacidad de desconectar del trabajo o de aquellas dificultades relativas a no poder compaginar el trabajo en casa con el resto de vida propia o familiar.

- Problemas de gestión de nuevos hábitos y comportamientos.

Concretamente, la mayor tendencia al sedentarismo, principalmente a raíz de la disminución del tiempo derivado de los desplazamientos al trabajo. Pero también relativos a los horarios de sueño desestructurados.

¿Cómo mejorar los problemas de salud física?

- Evaluar el espacio de trabajo.

En concreto, los trabajadores deberían analizar sus espacios de trabajo actuales, decidiendo qué equipos podrían mejorarse. Sin duda, cualquier espacio de trabajo debería incluir un escritorio grande con al menos un ordenador, monitor, teclado y ratón.

Además, la silla de debería ser siempre ergonómica, con altura y respaldo regulables. También con apoyo lumbar, reposabrazos y una base cómoda y especialmente firme para apoyar el cuerpo, con ruedas, favoreciendo, así, los cambios de postura durante todo el día.

- Usar un teclado y un ratón de acompañamiento.

A pesar de que los portátiles modernos incorporan teclados y pantallas cada vez más grandes (como la de 15,6" del Tecra A50), al trabajar muchas horas con el ordenador resulta aconsejable usar un monitor, un teclado y un ratón adicionales.

De este modo, el cuello estará en una posición natural, capaz de lograr una posición más cómoda de los brazos y las manos, reduciendo la fatiga visual derivado del uso de las pantallas pequeñas. Un soporte para portátiles capaz de elevar la altura de la pantalla también es una excelente idea.

- Accesorios táctiles y ópticos.

La utilización prolongada del uso prolongado de teclados y ratones llega a forzar, y mucho, las muñecas a permanecer en una misma posición, provocando lesiones por esfuerzo repetitivo. Para mejorarlo, las pantallas táctiles, además de los lápices ópticos, son ideales para introducir datos, tomar notas, lanzar programas, mover elementos o efectuar otras acciones que simulan la escritura a mano.

Por otra parte, los portátiles convertibles son sinónimo de una gran versatilidad para llegar a combinar distintas interfaces de entrada.

- Lograr el orden en el espacio de trabajo.

Un lugar de trabajo limpio y especialmente organizado aumenta la productividad, pero también favorece una postura más cómoda, evitando el riesgo de caídas y tropiezos provocados por los cables.

Utilizar teclados y ratones inalámbricos resulta una gran solución para reducir el número de cables en el escritorio. Para ello, una buena idea recae en disponer de un dock o estación de acoplamiento capaz de conectar fácilmente el ordenador al monitor, pero también a otros accesorios.

- Conseguir reducir el ruido ambiental.

El ruido del entorno puede ser una fuente de estrés e incomodidad, sobre todo en los espacios de trabajo compartidos, algo que se puede solucionar gracias a auriculares con cable o inalámbricos.

- Reducción del peso del portátil en los desplazamientos.

Realizar esta tarea de forma incorrecta puede provocar importantes dolores de espalda, cuello y hombros. Para solucionarlo, mejor optar por un portátil ligero y seleccionar una bolsa o maletín según el tipo de desplazamiento. Hablamos de una mochila especialmente diseñada para viajes cortos. También de un maletín con ruedas para el ordenador, los accesorios y otros dispositivos necesarios, incluso, un proyector.

¿Cómo comprobar la ergonomía de los puestos de trabajo?

Para llevar a cabo estas y otras comprobaciones de forma realmente sistemática, la OIT, organismo especializado de las Naciones Unidas, cuenta con una app móvil gratuita con un listado de comprobación ergonómica para todos los entornos de trabajo.