, una de las empresas líderes en soluciones de gestión e impresión documental, ha triunfado una vez más en los test realizados por BLI (Buyers Laboratory), en los que su impresora FS-4300DN se vio las caras con otras tres máquinas de la competencia.
Los laboratorios BLI han realizado pruebas comparativas entre la impresora de Kyocera y 3 de sus homólogas de otras marcas por un periodo de dos meses, sometiendo a éstas a 500.000 impresiones, 50% en modo simple y el otro 50% en modo dúplex. Los tests analizaron aspectos como la fiabilidad, generación de residuos y coste de propiedad. Los resultados no han podido ser mejores para la compañía japonesa. El equipo de Kyocera se impuso en todos estos aspectos.
En lo que respecta al coste de propiedad, la FS-4300DN fue, según refleja el informe de conclusiones de BLI, “la clara ganadora, con unos gastos de funcionamiento notablemente más bajos que los de sus rivales”. De hecho, BLI destaca que el coste de propiedad de la FS-4300DN es menos de la mitad que el del siguiente modelo más rentable.
Su eficiencia ecológica también fue motivo de reconocimiento. El equipo de Kyocera generó un 77,3% menos de residuos que el siguiente modelo más ecológico y un 85,4% menos que el que se colocó en último lugar.
En lo que concierne al rendimiento de la máquina y sus componentes, no hubo que cambiar el kit de mantenimiento de la FS-4300DN. “Las pruebas demostraron que el tambor, la unidad de fusión y el revelador del kit alcanzan con garantías la vida útil de 500.000 impresiones indicada en las especificaciones”.
El tiempo de parada total a lo largo del experimento (cambio de tóner, de kit de mantenimiento, atascos, etc.) en la Kyocera FS-4300DN fue de 13,5 minutos, un 81% inferior que el tiempo de la segunda impresora con mejor registro (70,5 minutos de parada).
El informe de BLI concluye que el equipo FS-4300DN “cumple con el compromiso de fiabilidad, rentabilidad y sostenibilidad de Kyocera”, todo un reconocimiento para una de las máquinas más populares de la compañía.
El test de BLI
BLI es conocido en la industria por sus rigurosos tests bimensuales a productos de oficina, que incluyen una extensa prueba de durabilidad durante la cual se hace funcionar cada dispositivo hasta el máximo ciclo de trabajo. Otros atributos evaluados por BLI son el grado de sencillez de uso, la gestión de los consumibles, la productividad y el valor general que aporta.
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